Reino de Galicia
Se dice de manera frecuente que España es uno de los estados más antiguos de Europa, desde que los Reyes Católicos consiguieron unir en un único estado todos los reinos que había presente en España, la situación territorial nacional se ha mantenido más o menos estable durante más de cinco siglos.
Los reinos españoles están presente en el escudo nacional. Algunos de los elementos y cuarteles que se simbolizan en el escudo nacional son: Reino de Castilla, Reino de León, Reino de Aragón, Reino de Navarra y Reino de Granada.
Nosotros nos centraremos en el Reino de León ya que es la entidad que absorbió al Reino de Galicia, una entidad política surgida durante la edad media que finalmente sirvió para desarrollar la actual comunidad de Galicia.
Galicia, el primer reino de Europa.
Las tierras al noroeste de la península están habitadas desde el Paleolítico Superior por diferentes ocupantes. Los primeros fueron los Oestrymnios, llamados así por los romanos. Más tarde llegaron los celtas, un pueblo que ha ejercido una importante influencia en la historia de estos territorios. Los celtas, establecidos en el siglo VI a.C., introdujeron el uso del hierro y la cultura castrense, su modo de vida.
Los romanos se establecieron en el año 183 A.C Diocleciano en el año 214 de nuestra era nombra a estos territorios como Gallaecia, que su traducción seria Tierra de Celtas. Tras la caída del imperio romano llegaron los Suevos que con un acuerdo llamado “foedus” pactaron con el emperador romano y formaron El Reino Suevo de Galicia el cual está considerado el primero de Europa.
El reino Suevo de Galicia ocupaba la actual Galicia, Asturias y el norte y centro de Portugal, estos se mantuvieron en Galicia durante dos siglos hasta la conquista de los visigodos dando lugar a varios reyes como Hermerico.
Los suevos fueron absorbidos por los visigodos, que a principios del siglo VIII, en el año 711, fueron derrotados por los árabes en la península. En el año 714, el rey de Asturias Don Pelayo, junto con la nobleza visigoda, comienza la reconquista en Asturias, en numerosos tratados de la época aparecen los caudillos y reyes asturianos como reyes de Gallaecia.
En los siglos V y VI, estaban presentes en la península cuatro territorios bien diferenciados: El reino Suevo de Galicia; los vascos, que se extendían por País Vasco, Navarra y parte de Cantabria; los visigodos, localizados en la meseta, el sur de Portugal, Aragón, la Comunidad Valenciana, Cataluña y la sur de Francia fronterizo con Cataluña; y el Imperio Bizantino, que ocupaba todo el sur peninsular al sur del valle del Guadalquivir y la región de Murcia junto a las Islas Baleares.
La reconquista y la disputa Galicia - Asturias.
Asturias formaba parte de Gallaecia desde hacía siglos, desde la actual Santander hasta la desembocadura del río Duero por la costa, y desde Braga hasta Astorga, en León, y Lugo por el interior.
Atendiendo a los escritos de la época, árabes y francos, hablan de caudillos, incluido el propio Don Pelayo, y reyes de Gallaecia. Alfonso I, caudillo asturiano durante el siglo VIII incorpora el convent “lucense” a Asturias, en contra de la idea de los nobles gallegos. A partir de esta fecha se suceden diversas sublevaciones de Galicia contra el poder de fuera, Asturias y posteriormente León.
La Reconquista y el centralismo de muchos historiadores españoles ha conseguido que muchos reyes gallegos hayan sido olvidados por los libros de historia como lo son algunos reyes de Galicia durante los siglos X, XI y XII fueron Orduño I de Galicia, Sancho I Ordóñez, Bermudo I de Galicia, García I de Galicia, Doña Urraca y Alfonso I de Galicia.
Otros leyes importantes de Galicia durante ese periodo fueron reyes como Fernando II y Alfonso IX, que fueron enterrados en la Catedral de Santiago. Las hijas de Alfonso IX, Sancha y Dulce, ceden el reino a Fernando III y desde entonces Galicia ya no volvió a tener reino separado.
El reino de Galicia durante los siglos XI y XII.
En el año 1065, tras la muerte de Fernando I, rey de León, su hijo García fue proclamado Rey de Galicia en dos periodos, de 1065 a 1071, y de 1072 a 1073. Ese mismo año, Alfonso VI de León y Castilla lo depuso del trono y lo encarceló, incorporando nuevamente el reino al Reino de León.
Cuando murió García en 1090, el Reino de Galicia se dividió en dos tomando como referencia el río Miño y el condado de Portugal, que sería el régimen del posterior reino independiente de Portugal. En 1230, Fernando III de Castilla integra definitivamente el Reino de León en la corona de Castilla.
Sin embargo, aunque el Reino de Galicia, el de Asturias y el de León quedaran integrados en la corona de Castilla, esta denominación del Reino de Galicia se conservó durante todo el Antiguo Régimen, hasta que fue sustituida de manera oficial por la reforma administrativa española de 1833, cuando se estableció el sistema provincial actual.
Hasta la reforma de 1833, el Reino de Galicia estaba dividido en siete provincias: Santiago, La Coruña, Betanzos, Lugo, Mondoñedo, Ourense y Tui.
La nomenclatura Reino de Galicia se siguió empleando con fines honoríficos y protocolarios y desde algunos sectores políticos se ha propuesto en determinadas ocasiones recuperar esta denominación como la oficial para la actual comunidad autónoma.
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